Atar en corto


Una expresión española muy celosa de la realidad. Se «ata en corto» aquello que se quiere tener muy cerca, porque se piensa que si se le da «más cancha» creará fácilmente problemas y dificultades. Y es así la mayor parte de las veces. Porque  hay realidades, personas, que alejadas de uno mismo en seguida nos meten en problemas, nos dificultan la vida y complican la existencia. Si hubiésemos estado más atentos desde el principio ahora viviríamos con mayor paz y sosiego. Quizá respecto de las personas no tanto, aunque puede que en ocasiones sea lo mejor que podamos aportar a la relación. Quizá con las personas convenga dejar libertad aunque la cercanía sea mucha. Quizá con las personas la expresión no es la más adecuada, pero espero y confío en tu recta intención.

Pienso fundamentalmente que hay que atar en corto varias cosas:

  1. Tareas que se pueden acumular fácilmente. Miro ahora la mesa de mi despacho y veo un montón de papelos por revisar. Me prometí funcionar al día lo máximo posible. Pero aquí están, creciendo sin control, acumulados con orden unos encima de otros. Si hubiera atado en corto esta tarea…
  2. Ciertas palabras. Con ciertas palabras hay que tener mucho cuidado y estar verdaderamente vigilantes. Con ciertas palabras hay que responder algunas veces como carceleros insobornables. No todo se puede decir, aunque se piense. Ni de lo bonito, ni de lo feo. No todo se puede conversar, porque algunas harán daño por malas y otras incomodarán por buenas. Hay palabras que requieren una vigilancia constante por nuestra parte. Si hubiera atado en corto…
  3. Debilidades personales, esos nudos gordianos, puntos débiles y flacos, que conocemos desde hace tiempo y que saltan como resortes destruyendo cuanto somos y llevamos entre manos. Cosquillas de la existencia que nos hacen movernos sin control ni amparo, aspavientos provocados por aguijones clavados en la historia. Si hubiésemos, si pudiésemos estar más perspicaces, si pudiésemos realmente domeñarlos. Una vida distinta nos esperaría. No más fuerte, ni más controlada. Sólo un poco más sosegada y apacible. Pero no, pronto resurgen de sus mazmorras para destapar nuestras realidades. Si los hubiésemos atado en corto…
  4. Los miedos, que aparecen porque quieren. Irracionales como caballos y mulos cuyo brío hay que domar con freno y brida. El miedo a decir sí, tanto como su contrario. El miedo que aparece en la oscuridad como el que pilla por sorpresa en mitad de la clase, en la calle o en la plaza. El miedo a lo desconocido, porque siempre es el mismo miedo. El miedo terrible a lo que no se puede controlar, o a que aparezcan ciertos fantasmas a la vuelta de la esquina. Hay miedos que, dejados y crecidos, luego no sabemos dónde meterlos. Si los hubiéramos atravesado antes… Si los hubiéramos atado en corto…
  5. Libros que merece la pena leerlos y dedicarles tiempo. De nuevo, vuelvo la mirada sobre la estantería, al apartado de lecturas pendientes. Y allí están, reclamando dedicación casi por entero. Si empezara hoy a leer, la próxima semana todavía quedaría un montón pidiendo que sus páginas sean pasadas con esmero y subrayadas las primeras cincuenta páginas. Si hubiera atado en corto mis lecturas…
  6. Ritmos personales. Cuando comienza el año, el curso o algo, los prósitos son muchos y muy buenos. Aunque la vida traiga complicaciones, la inteligencia está despierta y sabe lo que conviene. El horario fijado era estricto y lógico, cabal y prudente. Y pronto surgieron imprevistos que te traen y te llevan. Así pasa. Que finalmente el horario es una mera sugerencia, salvo en lo estrictamente necesario. Si me hubiera atado en corto…
  7. Personas que nunca deberían estar lejos. Aquí también. Quizá no tanto por ellas. ¿Quién soy yo para atar a nadie? Pero a mí sí. A mí sí que me debería haber atado, unido fuerte, entrelazado a ellas. Ahora las veo de vez en cuando, o de cuando en vez, cuando lo que realmente importaba era que pasasen a primera plana. Las personas, no las tareas y las acciones y la vida llena de cosas, son lo fundamental en la vida. Si me hubiera atado a ellas en corto…

2 pensamientos en “Atar en corto

Deja un comentario